CROWDFUNDING –
LEY DE FOMENTO DE LA
FINANCIACIÓN EMPRESARIAL
El
pasado 3 de Octubre de 2014, entre las medidas aprobadas por el Gobierno para facilitar la financiación de las
empresas por vías alternativas a la financiación bancaria, se aprobó la Ley de
Fomento de la Financiación Empresarial (Ley de Crowdfunding).
El
Crowdfunding, fenómeno ya conocido en España, constituye una fórmula de financiación
particularmente atractiva para pequeñas empresas ya en marcha, así como para iniciativas empresariales en
ciernes. Es la primera ocasión en la que nuestro ordenamiento aborda de forma
específica los préstamos entre personas. Hasta ahora, las reticencias
generalizadas a un fenómeno en gran medida desconocido y que adolecía de una
regulación específica, habían frenado el despegue e impulso del Crowdfunding.
Frente a esta situación arrastrada hasta la fecha, la normativa aprobada por el
Gobierno propicia y habilita la financiación de nuevos negocios por medio de plataformas
de Internet.
El
proyecto aprobado se centra en la actividad de equity crowdfunding
(inversiones) y en la de crowdlending (préstamos); no aborda, por el contrario,
el crowdfunding de recompensas y/o donaciones.
La
Ley, con la finalidad de frenar posibles abusos, distingue dos tipos de
inversores:
-Acreditados, entre los que se incluyen:
1.-instituciones
públicas,
2.-empresas
con activos superiores a un millón de euros, una cifra de negocio por encima de
los dos millones o unos recursos propios de más 300.000 euros;
3.-
personas físicas o jurídicas cuyos niveles de renta superen los 50.000 euros al
año o tengan un patrimonio superior a 100.000 euros y soliciten expresamente
este tratamiento).
No se establece un límite inversión para este tipo de
inversores.
-No acreditados (todos los que no cumplan los anteriores
requisitos). Se establece para este tipo de inversores una aportación máxima de
3.000 euros por proyecto, con un máximo de 10.000 en total por año, sumando el
total de inversiones. Se les exigirá, por otro lado, certificación por escrito
del conocimiento de los riesgos de la inversión.
Las
limitaciones cuantitativas establecidas mediatizan, en gran medida, los
objetivos perseguidos por el legislador. El emprendimiento a través del
crowdfunding se fundamenta en la dimensión colectiva que adquieren los
proyectos empresariales que utilizan este medio de financiación. Dimensión
colectiva que persigue obtener la confianza y el apoyo de los potenciales
cofinanciadores. Esta es una nota que diferencia esta fórmula de los modelos de
financiación tradicionales. Las fórmulas de financiación colectiva propician la
creación de colectivos en apoyo de inversiones, basados en la confianza en el
valor de los proyectos, frente a la perspectiva de las entidades de crédito,
que los valoran de acuerdo con su capacidad para generar rendimiento
económico y en función del riesgo
afrontado.
El
crowdfunding alimenta iniciativas de innovación social. Las limitaciones a la
inversión introducidas por el legislador pueden significar más un obstáculo que
una garantía. Garantías más eficaces podrían obtenerse de la mano de
inversiones, tanto públicas como privadas, en formación sobre estas nuevas
formas de financiación colectiva que vienen surgiendo.
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